COVID-19: consecuencias y oportunidades

Nov 4, 2020

Como en la mayoría de sectores económicos, la crisis sanitaria ha impactado de forma negativa en el Real Estate. De algún modo u otro, prácticamente todas las líneas de negocio del sector se han visto afectadas, y  en algunas en particular, el impacto ha sido bastante  considerable. No obstante, si proyectamos nuestra visión a largo plazo y somos capaces de detectar y aprovechar todas las oportunidades que hay por delante, el sector Proptech puede beneficiarse del shock que ha sufrido el sistema y aplicar muchas de las tendencias y soluciones que ya empezaban a sonar antes del inicio de la pandemia. 

Residencial

La nueva situación sanitaria, más allá de las regulaciones gubernamentales, está cambiando la conducta de los ciudadanos. Progresivamente, todos vamos tomando  conciencia de la importancia de mantener el distanciamiento social. Ahora la tendencia es evitar vivir en zonas muy aglomeradas y, consecuentemente, la demanda de viviendas en los barrios con una mayor densidad de habitantes está experimentando un ligero declive. Además, a esta nueva tendencia se le suman las facilidades que aporta el teletrabajo: ya no es necesario vivir cerca de las zonas donde se encuentran la mayor parte de oficinas o espacios físicos de trabajo.

Pero no todo son malas noticias. La situación no es tan crítica. De hecho, la vivienda siempre ha sido considerada una inversión estable en tiempos de crisis. Además, ahora más que nunca, los hogares han adquirido mucha importancia en el día a día de las personas. Han surgido nuevas necesidades en cuanto a características y funciones de estos espacios que, a la vez, son nuevas oportunidades para el Proptech. 

Comercial

Sin duda, una de las líneas de negocio del Real Estate más afectadas es la comercial. Es obvio que el teletrabajo ha perjudicado a esta área. Las oficinas han dejado de ser el centro de la experiencia del empleado y han pasado a ser una pieza más de un amplio ecosistema de espacios físicos y virtuales donde se desarrolla la actividad laboral. Como apuntábamos en nuestra anterior entrada del blog, el futuro del trabajo pasará (si es que no ha pasado ya) a ser progresivamente más híbrido. Esto implica, entre muchas otras cosas, que la flexibilidad en la duración de los contratos será uno de los requisitos que las empresas inmobiliarias deberán ofrecer a sus clientes. Además, será necesario explorar nuevos modelos que permitan la transición continua entre el espacio físico y virtual. Aquí de nuevo encontramos una oportunidad para el Proptech: dar respuesta a las nuevas demandas de las personas y construir un entorno de trabajo más rico. 

Retail 

El área del retail ha sido la que ha sufrido el mayor impacto. El COVID-19 ha acelerado su paso de la dimensión física a la online. Se ha generado un crecimiento y oportunidad en el sector logístico debido al aumento de la demanda de almacenes para la distribución de los productos de ecommerce. 

En resumen, para volver a recuperar la estabilidad del sector es necesario una transición hacia unos servicios mucho más tecnológicos, donde los procesos se plantean desde perspectivas innovadoras. Aquellas compañías del Real Estate que se lancen a liderar soluciones Proptech y/o colaborar con startups que ya trabajan en ello, se volverán mucho más ágiles y serán las ganadoras del futuro. 

Por último, y no por eso menos importante, las empresas tradicionales del Real Estate deben iterar y priorizar,  y ahora sí para siempre, la experiencia de cliente. Poner los usuarios finales en el centro es un requisito indispensable para poder mantener su competitividad.  Aunque es una tendencia que ya estaba sobre la mesa antes de la pandemia,  ahora su urgencia se ha intensificado. 


Mireia Garcia Roca, CEO de Innomads